A lo largo de los años, numerosas investigaciones han demostrado los beneficios de aumentar el volumen de ventilación por encima del estándar mínimo estadounidense (20 CFM/persona), incluyendo mejoras en la productividad, la cognición, la salud física y la calidad del sueño. Sin embargo, este estándar de ventilación superior solo se aplica en una pequeña parte de los edificios nuevos y existentes. En este texto, analizaremos las dos principales barreras para la promoción de un estándar de ventilación superior: las económicas y las ambientales.
¡Profundicemos juntos!
El primer punto se puede traducir al coste de adoptar un estándar de calidad del aire interior (CAI) más elevado. Un estándar más elevado implica más ventiladores o ventiladores de mayor tamaño, por lo que normalmente se tiende a creer que consumirá mucha más energía. Sin embargo, no es así. Véase la tabla a continuación:

De "Implicaciones económicas, ambientales y sanitarias de la mejora de la ventilación en edificios de oficinas, porPiers MacNaughton, James Pegues, Usha Satish, Suresh Santanam, John Spengler y Joseph Allen“
Tomaremos como referencia un consumo de 20 CFM/persona. A partir de ahí, calcularemos el costo anual de energía para un mayor índice de ventilación según la tarifa local y lo compararemos con nuestros datos de referencia. Como se puede observar, al aumentar el índice de ventilación un 30%, es decir, al duplicarlo, el costo de energía solo aumentará ligeramente cada año, una cantidad muy inferior a los miles de dólares que solemos pensar. Además, si instalamos un sistema de recuperación de energía (ERV) en el edificio, ¡el costo será aún menor, incluso inferior al costo original!
En segundo lugar, el impacto ambiental, es decir, el impacto ambiental del aumento de la tasa de ventilación. Veamos la siguiente tabla para comparar las emisiones:

De "Implicaciones económicas, ambientales y sanitarias de la mejora de la ventilación en edificios de oficinas, porPiers MacNaughton, James Pegues, Usha Satish, Suresh Santanam, John Spengler y Joseph Allen“
Al igual que con el costo, los datos de 20 CFM/persona serán nuestra línea base; luego compararemos sus emisiones. Sí, sin duda, aumentar la tasa de ventilación también aumentará el consumo de energía en condiciones normales, incrementando así las emisiones de CO2, SO2 y NOx. Sin embargo, si introducimos un recuperador de energía en el experimento, ¡el impacto ambiental se neutralizará!
Según la información anterior, el costo y el impacto de mejorar el estándar de ventilación en un edificio son muy aceptables, sobre todo al incorporar un recuperador de energía (ERV). De hecho, estos dos factores son demasiado débiles para detenernos. El verdadero obstáculo radica en que no comprendemos del todo las ventajas de una mejor calidad del aire interior (CAI). Estos beneficios superan con creces los costos económicos por ocupante. Por lo tanto, abordaré estos beneficios uno por uno en mis próximos artículos.
¡Que disfrutes de aire fresco y saludable todos los días!
Fecha de publicación: 19 de febrero de 2020