Un especialista en ventilación ha instado a las empresas a considerar el papel que puede desempeñar la ventilación para maximizar la salud y la seguridad de los empleados a su regreso al trabajo.
Alan Macklin, director técnico de Elta Group y presidente de la Asociación de Fabricantes de Ventiladores (FMA), ha destacado el papel fundamental que desempeñará la ventilación a medida que el Reino Unido inicie la desescalada. Dado que muchos espacios de trabajo han permanecido desocupados durante un periodo prolongado, la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE) ha publicado directrices sobre cómo optimizar la ventilación a medida que los edificios reabren.
Entre las recomendaciones se incluye la ventilación forzada durante dos horas antes y después de la ocupación del edificio, así como mantener una ventilación mínima incluso cuando el edificio esté desocupado, por ejemplo, durante la noche. Dado que muchos sistemas han estado inactivos durante varios meses, es necesario adoptar un enfoque integral y estratégico para garantizar la salud y la seguridad de los empleados.
Alan comenta: “Durante varios años, se ha puesto el foco en aumentar la eficiencia energética de los espacios comerciales. Si bien esto es comprensible e importante en sí mismo, con demasiada frecuencia se ha hecho a expensas de la salud tanto del edificio como de los ocupantes, y las estructuras cada vez más herméticas han provocado una reducción de la calidad del aire interior (CAI).
“Tras el devastador impacto de la crisis de la COVID-19, ahora debe centrarse la atención enSalud y buena calidad del aire interior en los espacios de trabajo.Siguiendo las recomendaciones sobre cómo utilizar eficazmente los sistemas de ventilación tras un periodo de inactividad, las empresas pueden contribuir a un entorno laboral más saludable para sus empleados.”
Las investigaciones en curso sobre la transmisión de la COVID-19 han puesto de relieve otro aspecto de la calidad del aire interior que podría afectar a la salud de los ocupantes: los niveles de humedad relativa. Esto se debe a que, además de diversos problemas de salud, como el asma o la irritación cutánea, existen indicios de que el aire interior seco puede provocar mayores tasas de transmisión de la infección.
Alan continúa: “Encontrar el nivel óptimo de humedad relativa puede ser un reto, ya que si se excede y el aire está demasiado húmedo, puede causar problemas de salud. La investigación en este campo se ha acelerado a raíz del coronavirus y actualmente existe un consenso general en que entre el 40 y el 60 % de humedad es óptimo para la salud de los ocupantes.
Es importante recalcar que aún no sabemos lo suficiente sobre el virus como para hacer recomendaciones definitivas. Sin embargo, la pausa en la actividad provocada por el confinamiento nos ha brindado la oportunidad de replantear nuestras prioridades de ventilación y orientarlas hacia la optimización de la salud tanto del edificio como de sus ocupantes. Al adoptar un enfoque gradual para la reapertura de los edificios y utilizar los sistemas de ventilación de manera eficaz, podemos garantizar que nuestro aire sea lo más seguro y saludable posible.
Artículo de heatingandventilating.net
Fecha de publicación: 25 de mayo de 2020