“Podemos respirar con total seguridad en interiores, porque el edificio nos protege de los efectos de la contaminación atmosférica ampliamente difundidos”. Pues bien, esto no es cierto, especialmente si trabajas, vives o estudias en zonas urbanas, e incluso si te alojas en las afueras.
Un informe sobre la contaminación del aire interior en las escuelas de Londres, publicado por el Instituto de Diseño e Ingeniería Ambiental de la UCL, reveló que “los niños que viven o asisten a la escuela cerca de carreteras con mucho tráfico están expuestos a mayores niveles de contaminación vehicular y presentan una mayor prevalencia de asma y sibilancias infantiles”. Además, We Design For (una consultora líder en calidad del aire interior en el Reino Unido) también descubrió que “la calidad del aire interior en los edificios analizados por la consultora era peor que la del aire exterior”. Su director, Pete Carvell, añadió: “Las condiciones en interiores suelen ser peores. Los habitantes de las ciudades deben informarse más sobre la calidad del aire en sus hogares. Debemos buscar soluciones para mejorar la calidad del aire interior, del mismo modo que trabajamos para reducir la contaminación del aire exterior”.
En estas zonas, gran parte de la contaminación del aire interior se debe a la contaminación exterior, como el NO₂.2 Las fuentes de contaminación (el 84% provenían del exterior), los contaminantes relacionados con el tráfico y las partículas finas (que superaban los límites recomendados de PM hasta en un 520%), lo que conlleva un mayor riesgo de ataques de asma, síntomas asmáticos y otras enfermedades respiratorias. Además, sin una ventilación adecuada, el CO₂, los COV, los microbios y los alérgenos pueden acumularse en la zona y adherirse a las superficies.
¿Qué medidas se pueden tomar?
1. Gestionar la fuente decontaminantes.
a) Contaminantes exteriores. Aplicar políticas más estrictas para guiar la planificación urbana y regular adecuadamente el tráfico garantizará que la ciudad sea verde y limpia. Creo que la mayoría de las ciudades desarrolladas ya han tomado medidas al respecto y las están mejorando día a día, pero esto requiere un tiempo considerable.
b) Contaminantes interiores, como los COV y los alérgenos. Estos pueden generarse a partir de materiales presentes en interiores, como alfombras, muebles nuevos, pintura e incluso juguetes. Por lo tanto, debemos elegir cuidadosamente lo que usamos en nuestros hogares y oficinas.
2. Aplicación de soluciones de ventilación mecánica adecuadas.
La ventilación es muy importante para controlar los contaminantes en el suministro de aire fresco, y también para eliminar los contaminantes del interior.
a) Con el uso de filtros de alta eficiencia, podemos filtrar entre el 95 y el 99 % de las PM10 y PM2.5, y también eliminar el dióxido de nitrógeno, asegurando que el aire sea limpio y seguro para respirar.
b) Al reemplazar el aire viciado del interior con aire fresco y limpio, los contaminantes del interior se eliminarán gradualmente, asegurando que estén en baja concentración, con poco o ningún efecto sobre el cuerpo humano.
c) Mediante la ventilación mecánica, podemos crear una barrera física por diferencia de presión – una ligera presión positiva en el interior – de modo que el aire salga del área, impidiendo así la entrada de contaminantes del exterior.
Las políticas no son algo que podamos decidir; por lo tanto, deberíamos centrarnos más en elegir materiales más ecológicos y, lo que es más importante, en conseguir una solución de ventilación adecuada para tu espacio.
https://www.cibsejournal.com/technical/learning-the-limits-how-outdoor-pollution-affects-indoor-air-quality-in-buildings/ Fecha de publicación: 12 de mayo de 2020
